viernes, 13 de septiembre de 2019

Evangelio del 13 de septiembre. San Juan Crisóstomo.

Lectura del Evangelio según Lucas 

Lc 6, 39-42

Les añadió una parábola: 
«¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? No está el discípulo por encima del maestro. Será como el maestro cuando esté perfectamente instruido. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo?¿Cómo puedes decir a tu hermano: `Hermano, deja que saque la brizna que hay en tu ojo', si no ves la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás ver para sacar la brizna que hay en el ojo de tu hermano.»


¿Por qué te fijas en la mota que lleva tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?
Los estudiosos de la Biblia le llaman el sermón del llano. Después de la elección de los Doce en la montaña, ha bajado con ellos al llano (v. 17). Jesús comienza el sermón con las bienaventuranzas y malaventuranzas  (vv. 20-26), y continúa con el mandato de amar a los enemigos (vv. 27-36). Nos está diciendo claramente que estamos llamados a una vida radicalmente diferente a la practicada en el mundo. En consonancia con lo anterior hoy Jesús nos pide humildad; nos pide no ponernos nunca por encima de los demás. Así también san Pablo: Por tanto, no tienes excusa, tú que juzgas, seas quien seas; pues al juzgar al otro, tú te condenas, ya que tú que juzgas cometes lo mismo (Rm 2, 1). No hay pecado humano más universal y más profundo que el orgullo.

La humildad tiene una dimensión personal y una dimensión social. El humilde, el pobre de corazón, sabe no ser nada; de ahí su absoluta dependencia y confianza en el Dios de Jesús. El humilde, el pobre de corazón, supera el instinto de superioridad y de dominio. Es un instinto muy fuerte; puede presentarse bajo apariencia de amor y de servicio, pero intenta esclavizar al otro.
De nuevo san Pablo: Vivid en mutua concordia. No aspiréis a grandezas, antes allanaos con los humildes. No os tengáis por sabios (Rm 12, 16). Por otra parte: Nosotros, los fuertes, tenemos que cargar con las flaquezas de los débiles y no buscar nuestra satisfacción. Busque cada cual la satisfacción del prójimo para lo bueno y lo constructivo (Rm 15, 1-2).


Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa
Santander Cantabria
España 


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