Lectura del santo Evangelio según Mateo
Mt 12, 46-50
Todavía Jesús estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera y trataban de hablar con él. Alguien le dijo:
«¡Oye! ahí fuera están tu madre y tus hermanos que desean hablarte.»
Pero él respondió al que se lo decía:
«¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?»
Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo:
«Estos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre de los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.»
Todavía estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus
hermanos se presentaron fuera y trataban de hablar con Él.
Imaginamos la escena. Jesús, de pie, hablando a la gente que se
sienta en torno a Él. Su madre y sus parientes, fuera del corro, esperando que
Jesús salga a atenderles. Con la escena ante los ojos de la imaginación,
intentamos también captar los sentimientos de Jesús y de su madre.
Extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: Estos son mi madre
y mis hermanos.
La familia de Jesús ya no es la familia de vínculos de sangre. Es
la familia del Padre nuestro del cielo que la familia carnal encuentra difícil
de comprender. Como dice el Papa Francisco, uno de los aspectos más
contraculturales del Evangelio es la universalidad del amor y la vivencia de la
fraternidad más allá del clan o la familia de sangre.
Todo el que cumple la voluntad de mi Padre de los cielos, ése es
mi hermano, mi hermana y mi madre.
Sorprende la fría reacción de Jesús ante la cercanía de su
madre. Pero, bien mirado, y entendiendo el profundo vínculo de los dos
corazones, estas palabras finales resultan una excelente alabanza a María. La
escena nos recuerda aquella otra en que una mujer, entusiasmada con Jesús,
grita: Dicho el seno que te llevó y los pechos que te criaron.
Y la respuesta de Jesús: Dichosos, más bien, los que
oyen la palabra de Dios y la guardan (Lc 11, 28). Si Jesús fue
en todo como nosotros, menos en el pecado, también su madre tendría que
recorrer el oscuro camino de la fe. Tampoco ella lo tendría todo siempre claro.
Todo discípulo, como el Maestro, debe pasar su propio Getsemaní.
Parroquia
de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa
Santander Cantabria
España
Fuentes: EL SITIO WEB OFICIAL DE LOS CARMELITAS
Meditación con el Evangelio del día. Buena Noticia.
https://cdni.rt.com/actualidad/public_images/2019.08/article/5d504ac9e9180f2c1c8b4568.jpg
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