Lectura d
Mt 13, 54-58
Y sucedió que, cuando acabó Jesús estas parábolas, partió de allí. Viniendo a su patria, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados:
«¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? Y sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le viene todo esto?»
Y se escandalizaban a causa de él. Mas Jesús les dijo:
«Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio.»
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe.
¿No es éste el hijo del carpintero? Y se escandalizaban a causa de Él.
Ningún judío podía imaginar que el Mesías prometido desde hacía tantos siglos tuviese su origen en una familia tan pobre como la del carpintero y en una aldea tan insignificante como Nazaret. Lo que todos esperaban era un Mesías glorioso y arrollador. Dice el Papa Francisco:
Al dejar la vida escondida de Nazaret, Jesús se había retirado al desierto para un largo retiro de preparación a su vida pública. Las tentaciones que experimentó allí le invitaban precisamente a un mesianismo de poder y de gloria terrena. Pero escogió el mesianismo del anonimato, del conflicto, de la incomprensión, de la cruz.
Y no hizo allí muchos milagros, porque aquella gente no creía en Él.
La actitud de los paisanos de Jesús me invita a preguntarme sobre mi fe. ¿Cuánto creo, cuánto confío en Él? ¿Llega mi fe y mi confianza a tanto como para saberme salvado sin la menor sombra de duda, porque Él es el Salvador?
Este relato del fracaso de Jesús en su pueblo de Nazaret es una página triste si fijamos los ojos en los nazarenos. Pero es una página hermosa y gozosa si fijamos los ojos en el Nazareno, en quien es la Buena Noticia:
Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa
Santander Cantabria
España
Fuentes: EL SITIO WEB OFICIAL DE LOS CARMELITAS
Meditación con el Evangelio del día. Buena Noticia.
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