martes, 25 de agosto de 2020

Evangelio del 26 de agosto. Santa Teresa de Jesús Jornet.

Lectura del santo Evangelio según Mateo 

Mt 23,27-32

"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.


¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, y decís: ` Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas!' Con lo cual atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!"


¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia!

Son imprecaciones muy duras. Tanto que decidimos en seguida que no nos atañen. Y nos equivocamos; porque en todos nosotros se esconde, con mayor o menor disimulo, un fariseo. El fariseo de todos los tiempos tiene en su ADN una conducta externa honrada; suele ser exigente con los demás más que consigo mismo; no acepta o no se encuentra cómodo con sus debilidades; se muestra seguro de sí mismo. ¿Quién puede decir que no sabe de estas cosas?

Con lo cual atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas.

El profeta nada contracorriente. Resulta incómodo para quienes han apagado la chispa del profetismo que debe brillar en todo creyente. Resulta incómodo para los instalados en el inmovilismo o la complacencia. El Papa Francisco escribe: A la aristocracia del templo se le hizo inaguantable la existencia de Jesús por el estilo de vida que propugnaba, su cuestionamiento del poder, la novedad del Dios que anuncia y revela con sus prácticas, y su opción por los más pequeños.

No dudemos en aceptar estas imprecaciones de Jesús como dirigidas también a nosotros. Nos vienen especialmente bien sobre todo cuando, en nombre de la ley o del templo, ignoramos las exigencias más profundas del seguimiento de Jesús; exigencias que se resumen en el mandamiento del amor: En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros (Jn 13, 35).


Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa. Santander, Cantabria. España. 


Fuentes: EL SITIO WEB OFICIAL DE LOS CARMELITAS.

La Buena Noticia. Meditación con el Evangelio del día.

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