Evangelio del 6 de septiembre. Domingo 23.

"Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos."

Lectura del santo Evangelio según Mateo

Mt 18, 15-20

«Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano.

Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.

Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»

Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Nuestra sociedad está dominada por criterios de autosuficiencia y de individualismo. Criterios que conducen a prescindir de los demás. Criterios opuestos a los del Evangelio, como nos dice Jesús en el Evangelio de hoy: Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Nos necesitamos; dependemos unos de otros. Por eso Jesús no nos permite decir: Padre mío que estás en el cielo, sino: Padre NUESTRO.

Estamos aquí reunidos en su nombre. No en nombre de una costumbre, ni de un mandamiento. El Señor Jesús es la razón de nuestra presencia aquí. Esta misa, como todas las misas, es una celebración de la comunidad cristiana, de la Iglesia. No es el sacerdote quien la celebra; la celebramos y la concelebramos todos. El sacerdote la preside.

Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Hay cristianos a quienes, como no han asimilado el Evangelio, les sobra la misa. Piensan que la religión es cosa entre Dios y ellos. Les sobra la comunidad; les sobra la Iglesia. Desde luego, razones humanas no les faltan. Ya el gran San Ambrosio, hace más de mil quinientos años, llamaba a la Iglesia la casta meretriz. Casta por lo que tiene de divino; meretriz por lo que tiene de humano. Rasgarnos las vestiduras por los escándalos que se dan es cosa de fariseos; de quienes se creen mejores. Quien esté sin pecado que tire la primera piedra, les dijo Jesús a quienes querían apedrear a la mujer adúltera.

El Papa Francisco nos dice: La fe cristiana solo es posible vivirla en comunidad. La comunidad es el lugar de relación, de escucha y de discernimiento de la Palabra. Es el lugar del perdón y la reconciliación. Aunque solo desde la personalización de la propia vida podemos ser y hacer comunidad.

Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa

Santander Cantabria

España 

Fuentes: EL SITIO WEB OFICIAL DE LOS CARMELITAS

             Evangelio Ilustrado. Facebook.

             Meditación con el Evangelio del día. Buena Noticia.

             https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2020-03/oracion-papa-francisco-divino-amor-salus-populi-romani.html