viernes, 2 de octubre de 2020

Evangelio del 2 de octubre. Los Ángeles Custodios.

Lectura del santo Evangelio según Mateo 

Mt 18, 1-5.10

En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: 

«¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?» 

Él llamó a un niño, le puso en medio de ellos y dijo: 

«Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Así pues, quien se humille como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos.»

En aquel momento se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: ¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?

En aquel momento… Apenas unas líneas antes les ha dicho por segunda vez que el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres (Mt 17, 22). ¡Qué difícil deshacerse de ambiciones, y vanaglorias! También aquellos discípulos, tan cercanos a Jesús, estaban dominados por su orgullo. Lo sabía bien San Pablo cuando escribía a los cristianos de Roma: No os estiméis en más de lo que conviene; tened más bien una sobria estima según la medida de la fe que otorgó Dios a cada cual (Rm 12, 3).


Él llamó a un niño, le puso en medio de ellos y dijo: Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.

Un niño se sabe incapaz de sobrevivir por su cuenta. Sabe que depende totalmente de sus papás. Sabe que le proveerán de todo. Sabe disfrutar de su cariño. Y vive feliz. El niño es maestro y modelo.


Dios está más pendiente de sus hijos más inútiles y más necesitados; son sus preferidos: Sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.


Empeñémonos en dejar la necedad de la vanagloria y adquirir la sabiduría y sencillez de los niños. Hagamos nuestras las palabras del poeta: Agranda la puerta, Padre, - porque no puedo pasar. -La hiciste para los niños, - yo he crecido, a mi pesar. - Si no me agrandas la puerta, - achícame, por piedad; - vuélveme a la edad aquella - en que vivir es soñar (Unamuno).


Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa

Santander Cantabria

España 


Fuentes: EL SITIO WEB OFICIAL DE LOS CARMELITAS

Meditación con el Evangelio del día. Buena Noticia.

https://www.aciprensa.com/santos/images/Angeles_02Octubre.jpg

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