jueves, 22 de octubre de 2020

Evangelio del 22 de octubre. Jueves 29.

Lectura del Evangelio según Lucas 

Lc 12, 49-53

«He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya hubiera prendido! Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla! ¿Creéis que estoy aquí para poner paz en la tierra?

No, os lo aseguro, sino división. Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»


He venido a arrojar fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya hubiera prendido!

A Jesús se le escapa el corazón por la boca. No puede contener sus ansias de que la abundancia de vida que Él trae llegue a todos. Es, como dice el Papa Francisco, un Dios con PATHOS; un Dios que se abrasa de amor por la humanidad y por la creación más herida. Pero hombre como es, en todo como nosotros menos en el pecado, siente frustración ante la impotencia de que sus deseos se hacen realidad ya.


¿Creéis que estoy aquí para poner paz en la tierra? No, os lo aseguro, sino división.

Desconcertante de nuevo. Él, que es nuestra paz, ahora dice que trae conflicto y pelea. Para comprender y asimilar esto, lo mejor, como siempre, es mirarle a Él. Fue motivo de división entre paisanos y parientes. Y le basta al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su amo (Mt 10, 25). Jesús y su Evangelio no aceptan componendas. Los valores del mundo tienen poco que ver con los valores de Jesús. Si queremos que el mundo arda con el fuego de Jesús, con su Espíritu, no podemos dejarnos ofuscar por los valores que dominan la sociedad. Ser seguidor de Jesús es más, mucho más, que ser éticamente correctos y no hacer daño a nadie. El seguidor de Jesús debe vivir intensamente la pasión por Dios y la compasión por los más pequeños. En esto consiste el fuego del Espíritu.


Lo que para muchos es Buena Noticia, para otros es motivo de escándalo y condena. El Evangelio es siempre signo de contradicción. Por eso una tentación permanente de la vida cristiana es hacerlo a nuestra medida, intentando domesticar su mensaje (Papa Francisco).


Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa

Santander Cantabria

España 


Fuentes: EL SITIO WEB OFICIAL DE LOS CARMELITAS

Meditación con el Evangelio del día. Buena Noticia.

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