jueves, 28 de febrero de 2019

Evangelio del 28 de febrero. Jueves séptimo.

Lectura del santo Evangelio según Marcos 
Mc 9,41-50
«Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa. Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehenna. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga; pues todos han de ser salados con fuego. Buena es la sal; mas si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros y tened paz unos con otros.»



Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar.
Pequeños son los que no han crecido o no han madurado: ¿por edad?, ¿por ignorancia?, ¿por falta de capacidad? Por lo que sea. Ellos son víctimas fáciles de quienes creen haber crecido y madurado. San Pablo, tan convencido de la autenticidad de su Evangelio, estaba muy atento a la posibilidad del escándalo: Nosotros, los fuertes, tenemos que cargar con las flaquezas de los débiles y no buscar nuestra satisfacción (Rm 15, 1). Lo ilustra con un ejemplo concreto: Todo es puro, pero es malo comer provocando la caída de otro… La fe que tienes guárdatela ante Dios (Rm 14, 20-22).

Si tu mano te hace caer, córtatela… Si tu pie te hace caer, córtatelo… Si tu ojo te hace caer, arráncatelo.
Jesús nos pide a nosotros, sus seguidores, que pongamos los intereses de los demás por delante de los nuestros. Nos lo decía en el Evangelio de anteayer: Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos (Mc 9, 35). Nos pide que andemos con mucho tiento para no hacer daño a los más débiles. Lo dice con un lenguaje a la vez crudo y metafórico. La mano, la acción: cuidado con actuar de modo distinto al de Jesús. El pie, el camino: atención a no emprender caminos que desorienten a otros. El ojo, la visión: diligencia en mirar las personas y los acontecimientos de la vida, grandes o pequeños, con los ojos de Jesús.


Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa
Santander Cantabria
España 


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