viernes, 1 de marzo de 2019

Evangelio del 1 de marzo. Viernes séptimo.

Lectura el santo Evangelio según Marcos 
Mc 10,1-12
Y levantándose de allí va a la región de Judea, y al otro lado del Jordán, y de nuevo vino la gente hacia él y, como acostumbraba, les enseñaba. Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: 
«¿Puede el marido repudiar a la mujer?» 
Él les respondió: 
«¿Qué os prescribió Moisés?» 
Ellos le dijeron: 
«Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.» 
Jesús les dijo: 
«Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto. Pero desde el comienzo de la creación, Él los hizo varón y hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y los dos se harán una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.» 
Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto. Él les dijo: 
«Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.»


¿Puede el marido repudiar a la mujer?
Los fariseos ponen a prueba a Jesús. Le preguntan sobre un tema tan sensible como el divorcio. ¿Adoptará la postura liberal que permitía al marido divorciar a su mujer por cualquier motivo, o adoptará la postura severa que solamente lo permitía en caso de infidelidad? La ley judía no contemplaba la posibilidad de que la mujer repudiase al marido.

Pero desde el comienzo de la creación, Él los hizo varón y hembra… Lo que Dios unió, no lo separe le hombre.
En este capítulo 10, el Evangelista quiere dejar claro cómo se traduce lo de seguir a Jesús en tres asuntos: matrimonio, dinero y autoridad. Jesús va más allá de lo que se le pide: antes de hablar del desamor (divorcio), habla del amor (matrimonio). Si los fariseos echan mano de la Escritura (Dt 24, 1), también Jesús (Gen 1, 27; 2, 24). Así nos dice que no es suficiente usar un texto de la Escritura en apoyo de una opinión; hay que discernir desde el conjunto de la Escritura.

La idea de Jesús sobre el matrimonio está fundada en el amor. Él sabe de amor; sabe que tiene mucho que ver con la cruz. Su idea del matrimonio no es aceptable para quienes no le siguen; para nosotros, sí. Aunque la tarea resulte difícil y complicada. Por eso hemos de empeñarnos en estar cerca y tratar de sanar las heridas de aquellos a quienes se les ha roto el amor.

El Papa Francisco dice que el matrimonio cristiano es un don de Dios, porque es el mejor lugar para los hijos al ser cuidados y amados por sus padres. Vivir en familia, aunque tenga sus retos y dificultades, siempre será un don de Dios.


Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa
Santander Cantabria
España 



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