Lectura del Evangelio según Juan
Jn 19, 25-27
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleopás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre:
«Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
Luego dice al discípulo:
«Ahí tienes a tu madre.»
Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.
Después dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre.
A quienes hemos mamado la devoción a la madre de Jesús en el seno de la familia del Carmelo, el título de Nuestra Señora del Carmen nos resulta especialmente entrañable. Es buena la elección de este texto evangélico de María junto a la cruz de su Hijo, pero nos parecería igualmente buena la elección de cualquier otro texto mariano del Evangelio. Porque la Virgen del Carmen, según lo vivido y enseñado por los grandes santos del Carmelo, es María de Nazaret, la del Evangelio, la de Nazaret, la de Belén, la de Caná, la de Jerusalén, etc… Veamos unos ejemplos.
Teresa de Ávila: ¡Oh secretos de Dios! Aquí no hay más que rendir nuestros entendimientos. Aquí viene bien acordarnos cómo lo hizo con la Virgen nuestra Señora con toda la sabiduría que tuvo, y cómo preguntó al ángel: ¿Cómo será esto? En diciéndole: El espíritu Santo sobrevendrá en ti, no curó de más disputas.
Juan de la Cruz (romance sobre la Natividad): Y la madre estaba en pasmo – de que tal trueque veía; - el llanto del hombre en Dios, - y en el hombre la alegría, - lo cual del uno y del otro – tan ajeno ser solía.
Teresa de Lisieux: Para que un sermón de la Virgen me guste y aproveche, tiene que hacerme ver su vida real, no su vida imaginaria. Estoy segura de que su vida real fue extremadamente sencilla. Nos la presentan inaccesible. Deberían decirnos que ella vivía de fe igual que nosotros, y probarlo por el Evangelio, donde leemos: No comprendieron lo que quería decir. Ella prefiere la imitación a la admiración.
Isabel de la Trinidad: Quisiera pasar mi vida como la Virgen que conservaba todas las cosas en su corazón. La Virgen me parece más imitable que cualquier santa. Su vida era tan sencilla… Con solo mirarla me siento llana de paz.
Parroquia
de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa
Santander Cantabria
España
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