Lectura del Evangelio según Lucas
Lc 9,7-9
Se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba y estaba perplejo, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, que Elías se había aparecido, y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. Herodes dijo:
«A Juan, le decapité yo.¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?»
Y buscaba verle.
Herodes comentaba: A Juan yo lo hice decapitar. ¿Quién será éste de quien oigo tales cosas? Y deseaba verle.
El de hoy es un Evangelio triste porque falta Jesús. El protagonista es Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande. Es un personaje de gran actualidad: mucho culto a la imagen, mucha dependencia de la opinión pública, mucha veleidad. Tan lleno de sí mismo que en su vida no hay espacio para nadie más; ni para Dios ni para prójimos.
Jesús está solo porque acaba de enviar a Los Doce en su primera misión. Para llenar este vacío el evangelista nos presenta la figura de Herodes. La sangre del Bautista pesa sobre su conciencia: estaba desconcertado. En el Evangelio de Mateo escuchamos a Herodes diciendo a sus cortesanos: Ése es Juan el Bautista que ha resucitado (14, 2). Nadie sabe a qué atenerse respecto a Jesús: Unos decían que era Juan resucitado de la muerte, otros que Elías aparecido, otros que había surgido un profeta de los antiguos.
Deseaba verle. En toda sociedad abundan los Herodes. Son personas que, como Herodes, van por la vida aquejados de cirrosis de conciencia. Aunque lleguen a encontrar a Jesús, como sucedió a Herodes (Lc 23, 8), nada cambiará en sus vidas. La suya es una cirrosis aguda: fosiliza las conciencias de los crónicamente embriagados por el poder, el dinero o el placer. Pero atención porque existe otro tipo de cirrosis que la podemos sufrir las personas de mucha religión; consigue paralizar el metabolismo interior. Es el resultado de la excesiva adicción a la ley o a la devoción. Pero esta cirrosis del espíritu tiene solución: consiste en buscar el encuentro con Jesús en los Evangelios.
Parroquia
de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa
Santander Cantabria
España
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