Lectura del Evangelio según Lucas
Lc 9,43b-45
Estando todos maravillados por todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos:
«Poned en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.»
Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado su sentido de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto.
Todos se admiraban de lo que hacía.
El pasaje anterior concluía con una frase que expresaba de manera parecida el asombro de la gente y la popularidad de Jesús: Todos se maravillaron de la grandeza de Dios. Es un estribillo que al Evangelista Lucas le encanta repetir; lo hace con mucha frecuencia. Es una melodía que encanta a los discípulos. Claro que en esta ocasión Lucas la usa como pórtico para lo que Jesús les dice y nos dice hoy:
Prestad atención a estas palabras: Este Hombre será entregado en manos de los hombres.
Es otro estribillo, muy distinto del anterior. Esta vez es repetido hasta en tres ocasiones tanto por Lucas, como por Mateo y Marcos. No es del agrado de los discípulos. Pero lo harán suyo después de la Resurrección y de Pentecostés. El miedo a la cruz es algo muy comprensible; el mismo Jesús lo vivió: Le corría el sudor como gotas de sangre cayendo al suelo (Lc 22, 44).
Pero ellos no entendían este asunto; su sentido les resultaba encubierto. Pero no se atrevían a hacerle preguntas respecto a esto.
Es una gozada seguir a Jesús cuando todo va bien; cuando le acompañamos por los caminos y aldeas de la verde Galilea entre la multitud que le aclama. La cosa cambia cuando comenzamos nuestra subida personal a Jerusalén; es una región semidesértica. Es entonces cuando nuestra pobreza personal o eclesial se hace evidente; es entonces cuando sentimos el rechazo o la indiferencia dentro de nuestro entorno más familiar. Es cierto que Jesús es la solución de todos los problemas personales y universales. Pero se trata de una solución que pasa necesariamente por el sufrimiento, la cruz, y la muerte.
Parroquia
de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa
Santander Cantabria
España
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