lunes, 13 de julio de 2020

Evangelio del 13 de julio. Lunes 15.

Lectura  del santo Evangelio según Mateo

Mt 10, 34-11,1

«No penséis que he venido a traer paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. Sí, he venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y enemigos de cada cual son los de su casa. 

El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. 

Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado.

Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá. Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa. 

Y sucedió que, cuando acabó Jesús de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.»


No penséis que he venido a traer la paz al mundo; no he venido a traer paz, sino espada.

Parece contradecirse. Acaba de decir a sus discípulos que seamos portadores de paz. San Pablo dice que Él es nuestra paz (Ef 2, 14). Ahora nos dice que no ha venido a traer la paz, sino la espada. Parece que sí, pero no; no hay contradicción. Es normal que a mayor amor corresponda mayor sacrificio. Es normal que si el grano de trigo que cae en tierra no muere, no da fruto. Profunda la afinidad entre muerte y vida, entre amor y sufrimiento.


Vine a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y así el hombre tendrá por enemigos a los de su propia casa.

Es uno de los textos más radicales y contraculturales del Evangelio. Jesús sitúa las relaciones fundadas en la fe por encima de las relaciones fundadas en la sangre. Seguir a Jesús es entregar la vida, desde lo cotidiano de cada día, al servicio de este sueño de fraternidad, y conlleva una dimensión conflictiva que hemos de encarar; conlleva la paradoja de perder la vida para ganarla, porque lo que no se entrega en el dinamismo de la vida, se estanca y se pudre (Papa Francisco).


Hay cosas muy sagradas en la vida: los lazos de sangre, la amistad. Pero todo debe pasar a segundo plano; incluso la propia vida. Quienes seguimos a Jesús, todo cristiano, no podemos dejar de contemplar y escuchar a este Señor nuestro, unas veces tan dulce y comprensivo, otras tan riguroso e intransigente. Jesús no hace sino repetir lo dicho poco antes: Le basta al discípulo ser como su maestro (10, 25).


Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa

Santander Cantabria

España 


Fuentes: EL SITIO WEB OFICIAL DE LOS CARMELITAS

Meditación con el Evangelio del día. Buena Noticia.

https://2img.net/h/odresnuevos.files.wordpress.com/2009/09/tomar-la-cruz.jpg



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