Lectura del santo Evangelio según Mateo
Mt 7, 7-11
«Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, le dé una culebra? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!»
La celebración de las Témporas es muy antigua. Tenía lugar cuatro veces al año para santificar las cuatro estaciones con el ayuno, la penitencia, la acción de gracias y la petición. Actualmente las celebramos solamente una vez. Esta liturgia nos invita a la alabanza agradecida a Dios por todos sus dones, pidiendo, como dice el salmo que Él haga prósperas las obras de nuestras manos (Salmo 90, 17).
Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente?
El papá o la mamá saben bien, mejor que el niño, lo que su hijo necesita. Sin embargo, les gusta que el niño se lo pida; que se lo pida desde la seguridad de su confianza en ellos. Les gusta también que, cuando el niño crezca un poco, aprenda a ser agradecido. El caso es que haya comunicación cordial desde el niño, aunque ellos sepan lo que su hijo va a decir antes de que abra la boca.
Toda comunicación con Abbá es oración: petición, alabanza, agradecimiento, contemplación… En nuestra interioridad, en la Escritura, en la Eucaristía, en los prójimos, en la naturaleza…
En este día en que celebramos las Témporas, la Iglesia nos invita a cultivar la acción de gracias. Agradecer aumenta nuestra confianza en la vida y nos hace más sensibles a la bondad que nos rodea en medio de un mundo quebrado por la injusticia y la violencia. Agradecer requiere dejarnos sorprender por lo que no esperamos, acoger la visita de Dios en tantos imprevistos cotidianos, y contemplar la vida con confianza y apertura (Papa Francisco).
Gracias, Señor, porque somos criaturas en tus manos y tu cuidado e incondicionalidad siempre nos alcanza.
Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa
Santander Cantabria
España
Fuentes: EL SITIO WEB OFICIAL DE LOS CARMELITAS
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