martes, 3 de enero de 2023

Evangelio del 4 de enero. Miércoles de Navidad.

Lectura del Santo Evangelio según Juan
Jn 1, 35-42

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: 

"Éste es el Cordero de Dios." 

Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: 

"¿Qué buscáis?" 

Ellos le contestaron: "Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?" 

Él les dijo: 

"Venid y lo veréis." 

Entonces fueron, y vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: 

"Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)." 

Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: 

"Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)."

¿Qué buscáis?

Son las primeras palabras de Jesús en el Evangelio de Juan. Volverán a aparecer al final del Evangelio con una variante muy significativa cuando Jesús pregunta a María Magdalena: ¿A quién buscas? (Jn 20, 15). En algún momento del itinerario cristiano todos estamos llamados a cambiar los objetivos de nuestra vida. Dejaremos de buscar cosas: santificación, salvación, virtudes; buscaremos la persona de Jesús. Todo lo demás pasará a segundo plano. ¿Qué buscas? Que la pregunta de Jesús resuene en lo interior y me interpele.

Maestro, ¿dónde vives? Fueron, vieron dónde vivía y pasaron con Él el resto del día.

Fue un encuentro que marcó definitivamente la vida de aquellos dos discípulos del Bautista, Andrés y Juan. Ahora pasan a ser discípulos de Jesús. El Evangelista evoca con emoción el momento: Eran las cuatro de la tarde.

El Papa Francisco hace este comentario: Todos nosotros hemos tenido en nuestra vida algún encuentro con Él, un encuentro verdadero en el que sentí que Jesús me miraba. No es una experiencia solo para santos. Y si no recordamos, será bonito hacer un poco de memoria y pedir al Señor que nos dé la memoria, porque Él se acuerda; Él recuerda el encuentro.

Andrés encuentra primero a su hermano Simón y le dice: Hemos encontrado al Mesías. Y lo condujo a Jesús.

El descubrimiento de la Buena Noticia que es Jesús se comparte; si no se comparte es que no se ha descubierto. Para compartir no será necesario hacer proselitismo de viva voz; irradiamos la luz que hay en nosotros de forma callada y eficaz. El testimonio de lo que somos y vivimos entrará más por los ojos que por los oídos.


Parroquia de Nuestra Señora del Carmen y Santa Teresa. 

Santander, Cantabria. España. 

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